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miércoles, 17 de enero de 2018

Liberación

Te voy hablar a ti directamente, a nadie más… yo no hablo de palabras, yo hablo de experiencias, toda mi vida estuve envuelto en palabras, en libros, en maestros. Palabras y más palabras, diciéndome, ¡estás aquí!... con palabras, hablándome de la mente, ¿cuál mente, qué es la mente?... hablándome del amor, ¿qué es el amor?, ¿lo practicas?. El otro día vi un hombre durmiendo en la calle, metí la mano, saque un billete y se lo puse en su mano y me fui, y él se despertó gritando detrás de mí, yo no lo miré, no lo miré...

Cuando das, te das, sin pedir que te den nada a cambio, yo hago esto no para mí, para mí esto no es una prueba, lo hago para ti, para serte útil. Siéndote útil a ti seré útil al mundo; el mundo es una totalidad, tú eres una parte del mundo, si tú progresas, el mundo progresa. Yo veo como se está cayendo el mundo a pedazos actualmente, imaginariamente, se está cayendo imaginariamente, porque "realmente" no se está cayendo.

Te voy a hablar como si me fuera a morir al terminar de leer esto, es lo ultimo que yo te tengo que decir, ¿y qué tengo yo que decir?, ¿tengo algo que mostrar?, sí. ¿Cómo te lo muestro?, mira, tú vas conduciendo un automóvil, ¿eres un buen conductor, porque obedeces a las leyes, a las teorías, a las luces?... pero no eres buen conductor, si no conoces de qué está construido el automóvil, de las partes que este tiene, tenemos que tener una experiencia, del conjunto de lo que somos, pero esto es una experiencia, no es una teoría. Por favor, no me hables de chacras, no me hables de esta cosa imaginaria indú, entre mi sexo y mi ano, ¡no me hables de chacras!. No me hables del árbol de la vida, y de sus diez partes, no me hables de la estrella de seis puntas, ¡no me hables de esas cosas!.

Háblame… háblame de tus experiencias, ¿cómo te sientes?, ¿cuáles son tus experiencias?, ¿qué es lo realmente experimentado?, yo luché toda mi vida, por experimentar y saber quién soy, dónde estoy y cómo soy…

¿Dónde estoy?, mi primera pregunta, ¿dónde estás tú?, ¿y donde estoy yo?, esa es la primera pregunta. Bueno... estoy sentado en una ciudad, ¡no!, bueno... estoy sentado en un país, ¡no!, bueno... estoy sentado en un planeta, ¡no!; ni en el sistema solar, ni en una galaxia, estás sentado en este momento en un universo que no tiene límites, que es inmenso, a una velocidad que ni te la puedes imaginar, a la velocidad tremenda que va el sistema solar. Y todo va girando y girando, a velocidades vertiginosas, en espacios que no tienen término. Eso es estar en medio de la inmensidad, eso es estar ahora.

Y el futuro está adelante y el pasado está atrás, el futuro está arriba y el pasado está abajo, ¡tonterías!, no hay futuro, no hay pasado, todo eso está aquí, es como un chorro de agua, que está hirviendo, hirviendo, y ahí vamos, en el cambio continuo, porque si no hay cambio, no hay vida. La persona que comenzó a escucharme, no es la misma que tú, tú ya cambiaste y nunca volveremos al mismo sitio, la tierra no está girando y volviendo al mismo sitio, la tierra está girando y avanzando, avanzando en una espiral. ¡Nunca estamos en el mismo sitio!, estamos en un punto moviéndonos a velocidades vertiginosas, ¡qué maravilla!. 

¿Y quienes somos nosotros?, ¿se va a acabar esta vida?, ¿de qué vida hablo?, ¿tengo algo mío?, ¿este cuerpo es mío?. Esto, ¡me lo prestaron!, esto es por un término de tiempo, en esta vida que hablo, hablo de una vida eterna, porque la vida es una y eterna, totalmente eterna, ¡no termina nunca!. Todo ocurre desde que naces, hasta que mueres.

Este que te está hablando y ese que está oyendo, no terminan nunca, si son la vida; ¿Cuándo terminas tú?, ¿cuándo termino yo?... cuando somos un individuo imaginario al que llamamos ego, eso es el ego. ¿Y qué es el ego?, ¿qué somos nosotros?, ¿quién eres tú?, ¿quién soy yo?, soy vida que entró en la materia, en el vientre de una mujer, de una madre, y al entrar allí me formaron, me rodearon de materia, esa materia viva, y me empezaron a influir con un árbol genealógico enorme, me empezaron a meter en una jaula, en la jaula de lo que llamamos el ser humano, y de la manera como me parieron, de esa manera yo soy. En el estado en el estaba mi madre, cuando yo nací, de esa manera yo soy; de la forma como estaba mi padre cuando yo nací, de esa manera me marcó. 

De la manera cómo me trataron en la escuela, y lo que me metieron en la cabeza; lo que me metieron en el sentimiento, lo que me metieron en la iglesia, me metieron en el sexo y lo que me metieron en el cuerpo, ¡eso es lo que soy!, pero no lo soy. Esto es lo que hicieron de mí, ¿y cuál es la misión entonces, de lo que te estoy hablando?.

Si tú quieres llegar a la consciencia, saber quién eres, tienes que llegar a ti mismo, para llegar hasta ella, eso es lo que tienes que hacer, ¿y cómo llegar a la consciencia?, tienes que entender esa vida que se encarnó en ti, ¿y cómo llegas a esta vida?... creciendo, desarrollándote, ¡mentira!. La vida es la vida, no se desarrolla, es eterna e infinita; tienes que ir abatiendo límites, eso es lo que debes hacer, un límite, tras otro límite, tras otro límite, hasta que vivas en libertad. Eso es, morirse también es vivir en libertad, la vida no se acaba. 

Veamos, ¿de qué tenemos que liberarnos de una vez por todas?, ¡lenguaje!, ¡liberémonos del lenguaje!. No sabemos nada, si yo te hablo media hora, una hora, tres horas, te hablo y te explico de las leyes, las leyes de esto y de las de más acá, aquello, y lo de más allá. No te sirve de nada, tú eres tu maestro, y yo te tengo que sacar los límites, y quitarte la palabra, porque la palabra no es la “cosa”. La palabra es un mapa, una descripción, un ruido, un guía, pero no es la “cosa”... dicen, aquí está la “cosa”, ahí está la “cosa”, ¿y qué es esa cosa?, es algo que está por debajo del lenguaje, tú tienes que llegar a ese momento donde tú no tienes definición, ¡a la mierda las definiciones!. No te definas más, ¡basta!, no eres mujer, no eres hombre... ¡ay, celeste hombre, rosado mujer!, eso es el sexo, pero la energía sexual, no tiene sexo, es energía pura, no tiene diferencia… 

El primer límite, te inculcaron un nombre y dos apellidos, te los metieron en el alma, no los elegiste tú, te violaron, te pusieron el nombre y en él, hay un contenido inmenso. Primeramente eres hombre o eres mujer, segundo, eres como un perro, ¡Alejandro! (guau, guau) y vas para allá; no me mandes, yo no soy un perro. 

La vida no tiene muchos nombres, porque tiene un solo nombre la vida, ¿cuál?, ¡vida!, nada más, se lo hemos dado, solo uno; los dioses no tienen nombre, no hay varios dioses... si hay un dios no tiene nombre, el nombre es una palabra, y un ser iluminado no puede tener nombre, ¡muy simple!.

Si te ponen un nombre te cambian la vida, por ejemplo, si tu padre, muchacha, te pone el nombre de una ex novia que tuvo… serás novia de tu padre para toda tu vida, o si te ponen el nombre de un tío que se suicidó, pues tienes encima el fantasma de tu tío todo el tiempo, si te ponen el nombre de un hermanito muerto, no te liberas, vienes a ocupar el sitio de alguien que todo el mundo añora... y tú estás ahí, llenando un sitio... o te ponen el nombre de un personaje célebre, etc.

Primer paso, libérate del nombre, ¡tenlo!, escríbelo en un papel, en una cajita, la más preciosa que veas, “yo me llamo…tanto”, lo guardas en la cajita, y luego ponte un nombre, ¡tú!. No el que te han puesto, cambia tu nombre, ponte otro... por un momento. Hoy, mañana, una semana, haz que todo el mundo te llame de otra manera (otro nombre, otra forma de vivir), ahí va a comenzar la liberación… Y cuando comienzas la liberación, empieza ahora a no definirte sexualmente, no es una mujer que anda, no es hombre, no es un heterosexual, no es gay, no es una lesbiana, no es esto, no es lo de más acá. No te definas por tus gustos sexuales, vive tu energía sexual que es creativa, paséate como un ser creativo, algo que vas más allá, con una energía de vida creativa, que es estar transformado, porque nosotros no podemos crear, todo está creado.

Todo es transformable, y entonces, empezarás a ser tú mismo.

Un automóvil lo transformas y haces otra cosa, una tele, una llave, una uña, un ser humano lo transformas, y haces otra cosa. Todo es transformable, cuando tú estás aplicando la creatividad; paséate un día, como una gran persona creadora, observa atento, todo lo que ves ¡y transfórmalo!, cualquier cosa. Ahora, si estás viviendo con alguien, tienes una pareja, siéntate delante de tu pareja, y dile: ¿qué podemos transformar?, ¿cómo transformamos?, hacemos siempre las mismas cosas, una rutina, transformándonos conseguimos esa liberación, en el momento que tú te liberas de la definición sexual que es la base, ya empiezas a ser tú misma, tú mismo. Que estas cosas no te definan nunca más o serás un esclavo toda tu vida. ¡Despierta!.


Continuará...



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