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miércoles, 31 de enero de 2018

Pidiendo un deseo

¿Cuántas veces te han preguntado, si pudieras pedir un deseo, cuál sería?... - ¿solo uno?... es difícil decidirme únicamente por uno -, habrás pensado. 

Y dime, ¿pedirías un deseo para ti o para beneficiar a todos?... lo lógico para la mayoría es pedir ser ricos, al fin y al cabo, en este mundo el dinero es el que manda, y con él, se puede hacer casi de todo aunque corras el peligro, de que te conviertas en un egoísta, ¿o no?, otros pedirían tener la salud que no tienen o la de algún familiar, o tal vez la ansiada inmortalidad que el hombre tanto persigue. Quizás otros desean resucitar a alguna persona, o viajar al pasado para comprobar ciertos datos históricos, o al futuro, donde tal vez la gente se respete más, e incluso algunos querrán asesinar a otras personas u otros pensamientos más macabros… da miedo solo pensarlo.

A lo mejor, tú piensas que pedirías acabar con el hambre, o con las guerras, tal vez con las enfermedades o con una de tantas desgracias que azotan cada día a millones de personas. Lo que está claro, es que pidas lo que pidas, o bien deseas algo para ti particularmente, o lo destinas a una causa mayor, pero aun así, no podrías arreglar todos los problemas del mundo entero.

Yo personalmente reflexionando, iría más allá, y pediría ser un dios todopoderoso, así podría ir ordenando todo lo que el hombre ha reventado, y sinceramente, aunque suene prepotente, creo que lo haría mejor que todos estos dioses en los que creen la gente, y que de “existir” no hacen nada por el planeta y la vida que contiene.

Lo primero que haría como dios, sería infundir en la humanidad como sentimientos o sensaciones prioritarias y las más importantes, la empatía, la compresión, la compasión y el amor a todo lo que nos rodea; de igual manera, rebajaría a su mínima expresión en el hombre, el odio, la ira, el egoísmo y la indiferencia, pero no los quitaría, porque es parte de su naturaleza. 

Esto ayudaría al siguiente paso, que sería introducir un deseo irrefrenable de un mundo justo, para que todos viviéramos igual, con todas las comodidades y sin dañar al medio ambiente, respetando cada vida animal y vegetal que hubiera en la tierra. Un lugar en donde convivir en paz, sin guerras, en armonía y preocupación por los demás, creando un sentimiento de conexión entre todos, sin divisiones, ni estados.

Esto produciría una caída de la estructura económica que hay alrededor del dinero, destruyéndolo, así todas las personas trabajarían solamente para evolucionar a una especie humana basada en la caridad, con una tecnología capaz de curar cualquier enfermedad, alcanzar cualquier meta y desarrollarnos más allá de las estrellas.

Un planeta en donde toda persona, animal y ecosistema cuente de verdad, donde no se impongan las opiniones; lo único que yo eliminaría es la malicia, para que el corazón del hombre no se corrompiera y como norma principal, el amor y la evolución desde la misericordia. No quitaría el sufrimiento del todo, pues esto nos ayuda a mejorar, pero si estaría siempre arropado por la preocupación sincera y comprometida de los demás.

Y luego, después de la muerte inventaría algo, para que ningún ser experimentara el miedo a la nada, sabiendo con certeza, no como las religiones de ahora, que los difuntos están reunidos en lugar donde continuarán sus vidas de otra manera y no perderán su identidad, incluso habría una conexión entre vivos y muertos… nada de tanto misterio absurdo y falso.

Crearía una sociedad tan evolucionada, solo afanada en hacer el bien, convivir y disfrutar de la vida, que yo les concedería todos los secretos del universo, para que los utilizaran para el bien común de la humanidad. Es verdad que limitaría un poco su libertad, su libre albedrío, para que el hecho de realizar actos malvados sean rechazos rápidamente en su propia naturaleza; y creo que valdría la pena el canje.

Una vez, viendo el futuro en su plenitud, que todo fuera bueno, asegurándome que en el transcurso de la historia de la humanidad, a lo largo de los siglos venideros el hombre disfrutará de prosperidad y felicidad escrutando hasta el infinito su camino, entonces, quedaría una última cosa que hacer.

Para no incurrir en mi propia corrupción e interés, una vez comprobado todo esto y dejando garantizada nuestra especie y el planeta, como algo realmente grandioso, perdería todos los poderes para volver a ser un ciudadano más y disfrutar de este maravilloso mundo creado, un cielo en la tierra y aún más.

Este sería mi deseo, creo que bien aprovechado y justo para todos… dime, puestos a imaginar, ¿qué te parece, harías tú lo mismo?.

miércoles, 24 de enero de 2018

Liberación (2ª parte)

Otra liberación, siento decírtelo... no somos países, somos un planeta tierra, somos terráqueos, porque de pequeños nos enseñan el orgullo patrio. La patria, una sucesión de guerras, de criminales, de ladrones… ¡la patria!, de presidentes, de curas, de mierdas... ¡la patria!; pero es una frontera artificial, creada por la tradición, pero eso, qué cuesta dejarla, ¡por Dios, cómo cuesta, por Dios!, dejar la nacionalidad, ¡cómo cuesta!, porque nos agarra por el estómago, porque la mamá, la abuela, la familia nos de comer la comida del país, la comida regional, las costumbres, el amor y estamos amarrados a un pequeño país, porque todos los países, sea Rusia, sea China, son pequeños. Los países son una galaxia, son los millones de estrellas, ¡somos cósmicos!, ¿cómo quieres hablar de consciencia si tienes una nacionalidad?, eres como un animalito de jaula, sí, señores de cada país de todo el mundo, mexicanos, españoles, franceses, norcoreanos con su estúpida bomba atómica, sí señor… ni sigo, ni sigo, ¿para qué sigo?. 

Yo soy entusiasta porque quiero que entiendas, que la liberación, ¡es muy difícil!, es el trabajo de toda una vida, hace faltan muchos años para poder hablarte así. ¿Cómo me libero de la nacionalidad?, con todos esos pasaportes encima, con todas esas historias por delante. Hay que liberarse, ser un ser terrestre, extraterrestre e intraterrestre, porque habitamos no solo en el espacio, sino que habitamos también en el interior de la materia, porque la vida no tiene tamaño. Tú con tu vida no tienes tamaño, eres un gigante del macrocosmos, y eres un átomo del microcosmos, ¡ahí estás!. Estamos llenos de microcosmos y macrocosmos, aquí, porque tenemos una especie de aura que se extiende al universo entero… ¡difícil librarse de la nacionalidad!.

Todo está lleno de futbol ¡por dios!, pelea de países, ¿pero hasta cuando?, el arte, la vida no tiene nacionalidad, eso es un mito. Difícil aceptar eso, ¿te quieres liberar?, entonces te lo tengo que decir… 

Y vamos a otra cosa difícil, la edad… nos marcan con la edad, en el mito de los jóvenes, el mito de los viejos y el mito de la decadencia. Estas pobres señoras que están ahí rasurándose y sacándose pedazos de carne, corrigiendo arrugas, y también estos pobres hombres y esos políticos todos operados, ¿qué es eso?; quien tiene angustia de envejecer, envejece muy mal, deja de vivir. Esto es un invento que lleva millones de años fabricándose, y si tiene una edad es porque es necesario que la tengas. Porque no hemos venido aquí a agarrarnos al espacio-tiempo, somos iguales, como niños, jovencitos, como muchachitos… no es eso. Mira, yo no me cambiaría por ser más joven ahora, porque gracias a la edad, he podido comprender cosas que antes no entendía, porque estaba atrapado en las cosas. A medida que te vas desarrollando, vas soltando ciertas cosas, que ya las cumpliste, ya realizaste eso; una vez que cumpliste tus deseos de triunfar, de enriquecerte, o de tener amantes, de ser aplaudido, de ser aceptado, etc., te conviertes en un ser casi ingrávido, empiezas a comprender cuando se habla de la luz... yo creía que era la luz del sol, ¡no!, cuando se habla de la luz, es como un estado de transparencia que te va dando la edad, vas llegando a la transparencia, es un estado en donde vas perdiendo el peso interior. Un estado en el que te vas dando cuenta, que el cuerpo es como el tiempo,  como un río, y se va yendo, y tú te vas con él. Y a medida que el cuerpo se va yendo, el espíritu va creciendo y creciendo, porque se va liberando; entonces hay que soltar, no tener edad, dejar de decir “yo tengo tal edad”... no te definas por la edad. 

Por otro lado, libérate del oficio, tienes etiquetas, “soy médico, soy actriz, cantante”, esos son los cuadros que te encierran. Un ser consciente, no tiene oficio, los tiene todos; un creyente no fanático no tiene a un dios, los tienes a todos, todas las religiones las tienen todas, entre si.

Posees todos los estilos, todas las posibilidades, todos los lenguajes; quien habla un solo idioma está en una cárcel, rompamos los idiomas, rompamos la ortografía… ¿qué me trae hasta aquí?. Haces un “tuit” con un error de escritura, de ortografía, y a pesar de que le has dicho algo formidable, muchos te atacan furiosos… dicen, ¡tú no vales nada!, por equivocarte. Hay que liberarse de la ortografía, eso son imposiciones de la escuela, hay que liberarse de todas las prohibiciones, de las políticas… No soy de derechas, no soy de izquierdas, no soy del centro, ¡soy todo!, soy todo, no me hagan elegir, ¡soy todo!, no nos dividamos. El intelecto tiende a separar las cosas y a poner fronteras, todo eso viene del intelecto, también hay que liberarse de esto… difícil decirlo, ¿quieres llegar a la iluminación mental?. La mente no es el intelecto, la mente es como un vaso, es una energía, que tiene adentro ideas, preceptos, morales, palabras que están ahí; la mente es tuya, y la mente tiene palabras, pero las palabras no son tuyas, ni la mente tampoco. Es una formación que se te ha dado, para que luego la mente se abra y se disuelva en el todo.

¿Qué quiere la mente?, quiere conocerlo todo. El intelecto, ¿cómo me libero del intelecto?, fuera las ideas, fuera los preceptos, fuera todo, ¡fuera!, sóplalo, sóplalo…

Me di cuenta que yo veía como un caballo con anteojeras y que ahora se va abriendo mi mirada y voy tomando consideración de todo lo que hay. Voy tomando del planeta, de los continentes, las masas, los millones de seres, las estrellas, los insectos, los microbios… ¡todo!. Ese es el intelecto, es la aceptación total de la existencia.

Y luego está la energía emocional, esto es mío, mío, ¡cómo he luchado yo con mi posesividad!, porque no tuve una madre que me quisiera, ni padre que me quisiera, ni hermana que me quisiera, fui un niño encerrado en si mismo. Entonces durante años luché por que todo fuera mío, por fin quiero tener algo mío, ¡nunca tuve nada mío, pero mío!. Pero si nada es mío, nada es tuyo, el universo no tiene posesión, porque es una sola cosa, cuando una cosa es una sola, no hay posesión. 

Estamos hechos para unirnos, abrirnos la piel, atravesarla, rebasar los límites y unirnos al mundo total y a nosotros. ¿Pero qué es unirse?, es entrar en las cosas, no leer el libro, sino entrar en el libro, entrar en la palabra, entrar en la existencia… ¡Entrar y dejarse entrar!. Es un movimiento doble, a medida que voy entrando, me va entrando, me va atravesando, así, las cosas van entrando y van integrándose. Eso es el amor cósmico, tomo posesión del universo, el universo es mío, ¡es mío!. Soy muy pequeño, pero es mío, la tierra es mía, el país es mío, ¡tú eres mía, mío!; eso es, y porque eres mío, yo cuido de lo mío, y porque eres mía yo te recibo, lo recibo todo, aunque no tenga nada. Nos unimos en esta energía.

¿Cuál es la finalidad de tu vida?, en un par de palabras, piénsalo… lo que has pensado, seguro que será lo que te ha faltado en tu familia, porque cuando uno tiene una finalidad en la vida, es en realidad lo que no tiene, es lo que no te han dado. Entonces, uno vive tratando de encontrar lo que no le dieron, a veces lo logras, pero cuando no consigues lo que querías que te dieran (cosas de cuando eras pequeño), te deprimes y te quieres morir… Hay un miedo a ser expulsado del clan, estamos unidos a él, no por calidades, sino por defectos, y  cuando nos liberamos y dejamos el lazo que tenemos con nuestra familia, nos deprimimos terriblemente, porque nos vienen todos los terrores prehistóricos, el miedo a ser expulsado del clan, es algo inculcado desde siempre, la atracción de la familia, su protección, su aceptación. 

La familia está considerada como una tribu, en la prehistoria el mayor miedo que tú podías tener era ser expulsado de tu tribu, te comían los animales, te violaban las otras tribus, etc. En la edad media, ser expulsado de la iglesia era terrible, te expulsaban del clan y te morías de hambre por que nadie te vendía comida, nadie te hablaba... era tremendo.

Si sientes el desprendimiento del clan, es que todavía estás atascado, tienes que llegar a la sagrada indiferencia, tienes que aceptar la muerte del clan, tienes que aceptar su mortalidad, y yo no me pongo la cruz de ellos sobre mis espaldas, no tomo los problemas de ellos sobre mis hombros, ahora me tomo yo a mí mismo, y a partir de ahora voy a hacer exclusivamente lo que me alegra la vida. Voy a ver personas que exclusivamente me alientan en la vida, si en mi trabajo encuentro a personas difíciles, no voy a sufrir ni voy a enojarme, voy a comprender que son personas complicadas, con calma, y bondad los voy a tratar. Tú me maldices, yo te bendigo, así llegas a la felicidad, porque si no su veneno, al aceptarlo te pudrirá . 

Entonces a partir de ahora, no uses máscaras, no parezcas, ¡sé lo que eres!, no hagas lo que los otros quieren que tú hagas. Se auténtico en todos tus actos, habla como tú eres, no dejes que te impongas cosas que tú no eres...

Libérate, supera tus límites hasta llegar a lo más alto como ser viviente.


miércoles, 17 de enero de 2018

Liberación

Te voy hablar a ti directamente, a nadie más… yo no hablo de palabras, yo hablo de experiencias, toda mi vida estuve envuelto en palabras, en libros, en maestros. Palabras y más palabras, diciéndome, ¡estás aquí!... con palabras, hablándome de la mente, ¿cuál mente, qué es la mente?... hablándome del amor, ¿qué es el amor?, ¿lo practicas?. El otro día vi un hombre durmiendo en la calle, metí la mano, saque un billete y se lo puse en su mano y me fui, y él se despertó gritando detrás de mí, yo no lo miré, no lo miré...

Cuando das, te das, sin pedir que te den nada a cambio, yo hago esto no para mí, para mí esto no es una prueba, lo hago para ti, para serte útil. Siéndote útil a ti seré útil al mundo; el mundo es una totalidad, tú eres una parte del mundo, si tú progresas, el mundo progresa. Yo veo como se está cayendo el mundo a pedazos actualmente, imaginariamente, se está cayendo imaginariamente, porque "realmente" no se está cayendo.

Te voy a hablar como si me fuera a morir al terminar de leer esto, es lo ultimo que yo te tengo que decir, ¿y qué tengo yo que decir?, ¿tengo algo que mostrar?, sí. ¿Cómo te lo muestro?, mira, tú vas conduciendo un automóvil, ¿eres un buen conductor, porque obedeces a las leyes, a las teorías, a las luces?... pero no eres buen conductor, si no conoces de qué está construido el automóvil, de las partes que este tiene, tenemos que tener una experiencia, del conjunto de lo que somos, pero esto es una experiencia, no es una teoría. Por favor, no me hables de chacras, no me hables de esta cosa imaginaria indú, entre mi sexo y mi ano, ¡no me hables de chacras!. No me hables del árbol de la vida, y de sus diez partes, no me hables de la estrella de seis puntas, ¡no me hables de esas cosas!.

Háblame… háblame de tus experiencias, ¿cómo te sientes?, ¿cuáles son tus experiencias?, ¿qué es lo realmente experimentado?, yo luché toda mi vida, por experimentar y saber quién soy, dónde estoy y cómo soy…

¿Dónde estoy?, mi primera pregunta, ¿dónde estás tú?, ¿y donde estoy yo?, esa es la primera pregunta. Bueno... estoy sentado en una ciudad, ¡no!, bueno... estoy sentado en un país, ¡no!, bueno... estoy sentado en un planeta, ¡no!; ni en el sistema solar, ni en una galaxia, estás sentado en este momento en un universo que no tiene límites, que es inmenso, a una velocidad que ni te la puedes imaginar, a la velocidad tremenda que va el sistema solar. Y todo va girando y girando, a velocidades vertiginosas, en espacios que no tienen término. Eso es estar en medio de la inmensidad, eso es estar ahora.

Y el futuro está adelante y el pasado está atrás, el futuro está arriba y el pasado está abajo, ¡tonterías!, no hay futuro, no hay pasado, todo eso está aquí, es como un chorro de agua, que está hirviendo, hirviendo, y ahí vamos, en el cambio continuo, porque si no hay cambio, no hay vida. La persona que comenzó a escucharme, no es la misma que tú, tú ya cambiaste y nunca volveremos al mismo sitio, la tierra no está girando y volviendo al mismo sitio, la tierra está girando y avanzando, avanzando en una espiral. ¡Nunca estamos en el mismo sitio!, estamos en un punto moviéndonos a velocidades vertiginosas, ¡qué maravilla!. 

¿Y quienes somos nosotros?, ¿se va a acabar esta vida?, ¿de qué vida hablo?, ¿tengo algo mío?, ¿este cuerpo es mío?. Esto, ¡me lo prestaron!, esto es por un término de tiempo, en esta vida que hablo, hablo de una vida eterna, porque la vida es una y eterna, totalmente eterna, ¡no termina nunca!. Todo ocurre desde que naces, hasta que mueres.

Este que te está hablando y ese que está oyendo, no terminan nunca, si son la vida; ¿Cuándo terminas tú?, ¿cuándo termino yo?... cuando somos un individuo imaginario al que llamamos ego, eso es el ego. ¿Y qué es el ego?, ¿qué somos nosotros?, ¿quién eres tú?, ¿quién soy yo?, soy vida que entró en la materia, en el vientre de una mujer, de una madre, y al entrar allí me formaron, me rodearon de materia, esa materia viva, y me empezaron a influir con un árbol genealógico enorme, me empezaron a meter en una jaula, en la jaula de lo que llamamos el ser humano, y de la manera como me parieron, de esa manera yo soy. En el estado en el estaba mi madre, cuando yo nací, de esa manera yo soy; de la forma como estaba mi padre cuando yo nací, de esa manera me marcó. 

De la manera cómo me trataron en la escuela, y lo que me metieron en la cabeza; lo que me metieron en el sentimiento, lo que me metieron en la iglesia, me metieron en el sexo y lo que me metieron en el cuerpo, ¡eso es lo que soy!, pero no lo soy. Esto es lo que hicieron de mí, ¿y cuál es la misión entonces, de lo que te estoy hablando?.

Si tú quieres llegar a la consciencia, saber quién eres, tienes que llegar a ti mismo, para llegar hasta ella, eso es lo que tienes que hacer, ¿y cómo llegar a la consciencia?, tienes que entender esa vida que se encarnó en ti, ¿y cómo llegas a esta vida?... creciendo, desarrollándote, ¡mentira!. La vida es la vida, no se desarrolla, es eterna e infinita; tienes que ir abatiendo límites, eso es lo que debes hacer, un límite, tras otro límite, tras otro límite, hasta que vivas en libertad. Eso es, morirse también es vivir en libertad, la vida no se acaba. 

Veamos, ¿de qué tenemos que liberarnos de una vez por todas?, ¡lenguaje!, ¡liberémonos del lenguaje!. No sabemos nada, si yo te hablo media hora, una hora, tres horas, te hablo y te explico de las leyes, las leyes de esto y de las de más acá, aquello, y lo de más allá. No te sirve de nada, tú eres tu maestro, y yo te tengo que sacar los límites, y quitarte la palabra, porque la palabra no es la “cosa”. La palabra es un mapa, una descripción, un ruido, un guía, pero no es la “cosa”... dicen, aquí está la “cosa”, ahí está la “cosa”, ¿y qué es esa cosa?, es algo que está por debajo del lenguaje, tú tienes que llegar a ese momento donde tú no tienes definición, ¡a la mierda las definiciones!. No te definas más, ¡basta!, no eres mujer, no eres hombre... ¡ay, celeste hombre, rosado mujer!, eso es el sexo, pero la energía sexual, no tiene sexo, es energía pura, no tiene diferencia… 

El primer límite, te inculcaron un nombre y dos apellidos, te los metieron en el alma, no los elegiste tú, te violaron, te pusieron el nombre y en él, hay un contenido inmenso. Primeramente eres hombre o eres mujer, segundo, eres como un perro, ¡Alejandro! (guau, guau) y vas para allá; no me mandes, yo no soy un perro. 

La vida no tiene muchos nombres, porque tiene un solo nombre la vida, ¿cuál?, ¡vida!, nada más, se lo hemos dado, solo uno; los dioses no tienen nombre, no hay varios dioses... si hay un dios no tiene nombre, el nombre es una palabra, y un ser iluminado no puede tener nombre, ¡muy simple!.

Si te ponen un nombre te cambian la vida, por ejemplo, si tu padre, muchacha, te pone el nombre de una ex novia que tuvo… serás novia de tu padre para toda tu vida, o si te ponen el nombre de un tío que se suicidó, pues tienes encima el fantasma de tu tío todo el tiempo, si te ponen el nombre de un hermanito muerto, no te liberas, vienes a ocupar el sitio de alguien que todo el mundo añora... y tú estás ahí, llenando un sitio... o te ponen el nombre de un personaje célebre, etc.

Primer paso, libérate del nombre, ¡tenlo!, escríbelo en un papel, en una cajita, la más preciosa que veas, “yo me llamo…tanto”, lo guardas en la cajita, y luego ponte un nombre, ¡tú!. No el que te han puesto, cambia tu nombre, ponte otro... por un momento. Hoy, mañana, una semana, haz que todo el mundo te llame de otra manera (otro nombre, otra forma de vivir), ahí va a comenzar la liberación… Y cuando comienzas la liberación, empieza ahora a no definirte sexualmente, no es una mujer que anda, no es hombre, no es un heterosexual, no es gay, no es una lesbiana, no es esto, no es lo de más acá. No te definas por tus gustos sexuales, vive tu energía sexual que es creativa, paséate como un ser creativo, algo que vas más allá, con una energía de vida creativa, que es estar transformado, porque nosotros no podemos crear, todo está creado.

Todo es transformable, y entonces, empezarás a ser tú mismo.

Un automóvil lo transformas y haces otra cosa, una tele, una llave, una uña, un ser humano lo transformas, y haces otra cosa. Todo es transformable, cuando tú estás aplicando la creatividad; paséate un día, como una gran persona creadora, observa atento, todo lo que ves ¡y transfórmalo!, cualquier cosa. Ahora, si estás viviendo con alguien, tienes una pareja, siéntate delante de tu pareja, y dile: ¿qué podemos transformar?, ¿cómo transformamos?, hacemos siempre las mismas cosas, una rutina, transformándonos conseguimos esa liberación, en el momento que tú te liberas de la definición sexual que es la base, ya empiezas a ser tú misma, tú mismo. Que estas cosas no te definan nunca más o serás un esclavo toda tu vida. ¡Despierta!.


Continuará...



miércoles, 10 de enero de 2018

Dos mundos (parte dos)

Puedes leer la primera parte en este enlace: Dos mundos (primera parte)

Noa seguía sentada en la orilla, entonces, arrancó del cuaderno la hoja de papel que tenía el dibujo del árbol, su cara reflejaba otra vez preocupación, había algo por lo que estaba inquieta, cerró el libro y se levantó lentamente para seguir paseando. La cala había cambiado, el cielo se estaba nublando, ya casi no le llegaban los rayos del sol, y la brisa amenazaba tormenta, pero aun se escuchaban a las gaviotas, todavía aquel sitio, seguía transmitiendo paz.

Continuó paseando hacia la casa, pero estaba ya de ocho meses, le dolían también los tobillos, cerca había un banco de madera, que miraba hacia el mar, y se sentó con cara pensativa, sin cambiar un ápice su expresión; volvió a abrir el cuaderno, al haber arrancado la hoja, ahora los primeros dibujos eran otros, a la izquierda un niño y la derecha una figura enorme, inquietante y oscura, que no parecía de este mundo, se quedo mirándolo un rato.

La princesa estaba sentada en la sala del trono, intentando comprender todo lo ocurrido, de repente escuchó un grito y atisbó la sombra del monstruo, pasar por detrás suya, al girarse ya no estaba, entonces surgió primero la sombra de la reina y luego apareció su rostro que le susurró, - ¿vas a estar aquí todo el día?, ¡Muévete! -, y de la misma manera desapareció. 

Shio, sale una vez más en busca de respuestas, pues no entiende nada y es la princesa, tiene una responsabilidad; no tarda mucho desde que sale en encontrarse otra vez al coloso, - ¿por qué siempre me encuentra tan rápido? -, pensaba ella, con odio intentaba atacarle, pero la princesa era poderosa, y sabía repeler sus ataques, también se dio cuenta de otra cosa, era la tercera vez que se enfrentaba a él, y aunque era muy fuerte, tenía heridas abiertas en su cuerpo de todos sus enfrentamientos, pero ¿se enfrentaba solo con ella, o con alguien más?.

Astutamente volvió a despistarlo, y tomó un nuevo camino en donde aún la belleza parecía que brillaba demasiado, al entrar por un pórtico, miró hacia arriba, y comenzó a dibujarse en el aire otra imagen, cuatro seres de la mano parecían, dos pequeños y dos grandes, era agradable… irradiaba paz… pero el monstruo apareció y con un grito destrozó la imagen y Shio cayó de nuevo al suelo.

Las formas geométricas bailaban, hasta encajar y tener otra visión clara, los dos seres adultos estaban como enfadados, gritaban y sus voces retumbaban en toda la estancia, por que algo se había estropeado, de repente, sintió mucha pena a su espalda, y los dos seres pequeños asomaban sus cabezas asustados… - ¡Ya basta! -, dijo la princesa dejando esa ilusión. Era la primera vez, que retornaba conscientemente al mundo real, se levantó y con furia comenzó a bailar y a desprender esa energía que tanto odiaba el coloso, asestándole un golpe muy fuerte, que le abrió otra herida profunda, y que le hizo huir rápidamente.

Jadeando, Shio y todavía muy furiosa, miraba sus manos, pues nunca había desatado un poder así, no podía creerlo… Quizás su madre tuviera algunas respuestas, entonces tomó un atajo, pues en su mundo había muchos portales que llevaban a palacio, pero al intentar atravesar la puerta, todo volvió a temblar como antes y mientras pasaba por el marco, visionó en el viaje de vuelta a casa, una escena del adulto femenino gritando y agarrando a los dos pequeños por las manos, mientras ellos lloraban porque querían ir a algún lado…

La mujer también arrancó esta página, cerró el cuaderno y lo apretó contra su pecho, giró la cabeza a la derecha y miró a la casa, estaba ya muy cerca. Se encontraba tan absorta, que no se dio cuenta, de que el cielo estaba nublado por completo, nubes negras y amenazadoras, ahora firmaban con un chispear de gotas de agua, la lluvia que iba a caer. Noa, miro al cielo, se puso el cuaderno en la cabeza, para intentar no mojarse, y caminó hacia una sombrilla y una hamaca que había frente a la casa, una vez debajo, respiró fuertemente, y aunque el viento era cada vez más violento, bajo el quitasol, a resguardo de la lluvia, abrió el cuaderno una vez más.

En la hoja de la izquierda una niña con coletas y semblante serio, en la de la derecha una mujer extraña, hermosa y en todo su esplendor…

Cuando llegó Shio, la reina estaba en el trono, rebosante de poder y dijo, - niña, un día vendrá tu reino, yo ya estoy cansada del mío -, las perlas que llevaba brillaban, y soltándose del cuello de la madre, acariciaron la cara de la joven, y con la misma energía desapareció por la puerta, sin darle tiempo a réplica a la princesa. La lluvia caía, pero esta vez no era negra, y fue en busca de su madre, ella sabía más de lo parecía, así que fue hasta los jardines flotantes de Norek, donde pasaron muchas horas juntas cuando era pequeña, unas enormes esferas preciosas, que tenían gravedad propia y podías recorrerlas como si fueran un pequeñísimo planeta, ¡qué divertido era estar boca abajo!... pero ahora ya soy mayor, pensaba la joven.

Mientras recordaba tiempos mejores, se quedó sorprendida, pues al darse la vuelta, el monstruo estaba disfrutando también de las esferas, al verla se asustó y se le cayeron. Comenzó a gritar tan fuerte pese a sus heridas, que Shio se dio cuenta, que no era la única que había crecido en poder, tuvo que escapar, esta vez sin enfrentarse al coloso.

Llegó a un lugar que ella usaba de escondite secreto, cuando era pequeñita, miró al suelo, observó los collares de perlas que le cogía a su madre y aun estaban allí… de pronto, las perlas se soltaron, flotaban en el aire, brillaban y se pegaron a la princesa dejándola sin respiración, entonces se desplomó en el terreno.

Tuvo otro espejismo, las imágenes que veía cada vez eran más aterradoras, los seres menores siempre estaban asustados, en un segundo plano, escondidos, los mayores discutían y entre ellos, había un montón de perlas, un collar rompiéndose en el aire, en esa escena tan dolorosa… entre gritos, volvió en sí, y arrancándose una a una, se liberó de esas cuentas y de la maldita visión. Corrió a palacio, tenía que hablar con su madre, sí o sí, al llegar al portal, se detuvo, porque seguramente sabía lo que iba a pasar, cogió carrerilla, pero mientras se acercaba todo volvía a temblar, era inevitable si quería pasar, su mundo se desdoblaba y al entrar con un fuerte estruendo dio paso al túnel del portal, donde una solitaria oscuridad, dejaba ver la silueta de la mujer con la cara sufriente y el niño llorando… todo era cada vez más claro, pero también más oscuro.

El cielo estaba oscuro, llovía fuertemente y bajo la sombrilla, la mujer tomaba la hoja y una vez más la arrancaba, como si de un rito se tratara, miró hacía atrás, hacía la casa y luego volvió su mirada al horizonte, observando como las olas movían las barcas del puerto. Su cara reflejaba tristeza y no podía irse de allí, pues se empaparía con la lluvia, así que decidió esperar a que aflojara, mientras abría el cuaderno, para ver las hojas que quedaban, a la izquierda una chica con un collar de perlas y a la derecha, muchos aviones de papel de color azul, Noa suspiraba…

Continuará...


lunes, 1 de enero de 2018

Un año más...

…para mirar hacia atrás y ver todo lo acontecido, un año más que podemos tener por delante…

¡Qué rápido se me ha pasado el tiempo!, cada vez parece que se acelera más, y cuesta seguirle la estela… pero en realidad, esto no es así, es solo mi percepción, no es más que por culpa de la vida frenética que llevamos, y no precisamente para nuestro bien o disfrute. Si lo piensas, todo está rodeado del concepto del tener cosas y para ello hemos esclavizado nuestra vida trabajando y trabajando; vemos justo, el hecho de que tener el fin de semana o un solo día de descanso cada siete, es como debe de ser y así son las cosas, ¿no?.

Hemos llegado a fusionar esta forma de vida impuesta, en nuestro cerebro, de tal forma, que ya no podemos concebir nada más; llega un momento, siendo jóvenes, que paramos, echamos raíces y nos dejamos robar, y saquear por otros pocos, hasta la propia vida… 

Dime, ¿para eso naciste?, ¿para esto viniste a este mundo?, mírate, examina este año que has dejado atrás, estás cansad@ ya siempre de lo mismo, deja de poner esa sonrisa hipócrita delante de la cámara del móvil; reconócelo, llevas ya mucho tiempo muert@, hueles mal y estás pudriendo todo lo que hay a tu alrededor. Ya nada te impresiona, todo lo haces como si fueras un robot, no mandas sobre tu vida, por dos sencillas preocupaciones, una, por el ansia de tener y la otra, por el miedo a morir; estas son tus compañeras de viaje, acéptalo, deja de agachar la cabeza… ya no hay cambios para ti, nunca han existido los demás, si acaso... para tu beneficio, y cada palo que aguante su vela, ¿verdad?.

La persona que ha llegado a este estado, se encuentra acabada, el sistema ha podido con ella… contigo, eres un@ con la sociedad; y si los poderosos, los medios de comunicación, la administración, etc., dicen que hay que hacer esto, te lo crees y obedeces… sobra hablar de ayudar a los demás, porque piensas realmente que los pobres, algo habrán hecho para estar donde están, no te fías; porque los refugiados deben morir en su país, por ti, nunca tendrían derecho a huir de la muerte, ¿no?, porque las personas que piensan diferente solo traen problemas, pero no te has parado a pensar que pueden donar soluciones. Votar al partido azul o rojo, naranja, amarillo o morado, escoge… todo está preparado, tú eres el primero que defiende a los políticos que te chupan la sangre y consienten la muerte de millones de personas, porque mientras tú no llegas a fin de mes, los que más golpes se pegan en el pecho, cobran un dineral cada treinta días, y tú sigues defendiéndolos a muerte… inútil, estúpid@… te lo digo ti, no creas que va por otr@, tú, tú eres el/la imbécil que hace todo esto posible… ¿te molesta?... no lo suficiente, en verdad no piensas que se corresponda contigo, la culpa siempre es de los demás, claro… por eso todo va como está.

Escucha, no seas tont@, ya está bien de comportarte como un/a crí@, creciste y te introdujeron en el mundo de los adultos, sin serlo, ni tú, ni nadie, por eso ahora, vamos a iniciar la continuación de nuestros sueños, todos esos que una vez fueron interrumpidos. Pasó un año que malgastaste, pero ahora no se trata de aprender inglés o dejar de fumar, hay cosas mucho más importantes, simplemente quiero que dibujes una puerta en el cielo, que conecta con las estrellas, con tu verdadera naturaleza, el universo.

Mira, si quieres se abre ante ti una nueva etapa en tu vida, distinta, diferente de las demás, un escenario nunca pisado, ni vivido, una nueva oportunidad de romper las barreras; donde vamos a desafiar a todo lo impuesto, hasta los mismísimos dioses, pues estos son pura mitología, tú si que tienes el poder para explorar, cambiar y crear algo nuevo, eres real y únic@. ¡Venga no te detengas, no mires atrás!, no tengas miedo a la muerte, al fracaso, pues precisamente perder, equivocarse, es lo que nos hace más fuertes y si realmente estás decidid@, andarás por lugares desconocidos, pues solo el que no tiene cabida en esta sociedad, en esta gran mentira, no tiene un sitio fijo; no conoce su lugar, es un errante, pues ha evolucionado, y está por encima de las antiguas creencias y absurdas tradiciones.

Si entiendes esto, comprenderás que no tienes límites, no hay fronteras, podrás ir donde quieras, pues todo te pertenece y promoverás el cambio necesario, en este inicio del siglo veintiuno. Que te llamen temerario, solo significa que los remordimientos y los límites, jamás te detendrán. Fíjate bien, es algo fuerte, intenso, dinámico, ¡es el momento!.

Ánimo, la ocasión que estabas esperando ha llegado, se acerca el tiempo de decidir si vas a cortar las raíces que te atan a toda esta basura, renunciando de verdad a tu pequeña burbuja, para ganarlo todo y sentirte como siempre habías deseado. Si lo haces, si te rebelas, una asombrosa historia se abrirá ante ti, pues apreciarás la vida, cada ser que habita en la tierra; ¡deja ya de andar mendigando afectos, de desear tantas tonterías o esperar a que te toque la lotería!, no seas estúpid@, sal a la calle, al mundo y renuévate por dentro.

Personalmente, en mi vida no he dejado de cambiar, muchas caídas, batallas, a veces he acertado, otras no, pero sin duda, sé que voy en la dirección correcta, y todos los años, integro nuevos cambios, abandonando viejas costumbres, me despego de este ser primitivo que tanto daño me hace, cueste lo que cueste; lo último, ser vegano, con lo que eso conlleva, 200 animales menos muertos, que mataba para mi deleite y una dieta más saludable.

Mi afán va más allá de desearte un feliz año nuevo, deseo que recuperes todo lo que te quitaron, a ti y a los demás, que comprendas el poder que tienes y vuelvas a sentirte viv@… pero para eso, hace falta una mente abierta y lista para despojarte de todo, solo así podrás saborear la existencia más profunda, en donde te conviertas en un verdadero adulto, que sea un guerrero de la paz y la humanidad, dueñ@ del universo; el horizonte está fijado, mira, hoy sale el sol más brillante que nunca, la meta se asoma evidente, es hora de despertar a un nuevo ser, de pasar página de una vez… vence a tu propio yo y desafía con todas tus fuerza tus mayores límites, pues no puedes seguir así, destroza tu mente tóxica adiestrada... renuncia a todo... ¡salta al lugar que te corresponde!, muéstrame hasta donde puedes llegar... te sorprenderás de lo que seguro experimentarás.


Feliz y prospero año nuevo 2018